El control de potencia se refiere a la capacidad de regular la cantidad de energía eléctrica entregada a un dispositivo o sistema. Se utiliza para ajustar la velocidad, la intensidad o la potencia de salida de equipos eléctricos o electrónicos, como motores, calentadores, lámparas o sistemas de calefacción.
Ademas, se logra mediante dispositivos de control como variadores de velocidad, reguladores de intensidad, interruptores de potencia y otros dispositivos que ajustan la cantidad de energía suministrada para adaptarse a las necesidades específicas de la aplicación.
El control de potencia es fundamental para optimizar el rendimiento de los sistemas eléctricos, mejorar la eficiencia energética y prolongar la vida útil de los equipos.