El control PID, o Proporcional-Integral-Derivativo, es un método de control utilizado en sistemas automáticos para mantener variables, como temperatura o velocidad, en un valor deseado. Combina tres componentes: proporcional, que responde al error actual; integral, que acumula errores pasados; y derivativo, que anticipa cambios futuros.
Esta combinación permite una respuesta precisa y rápida a las variaciones en el sistema, optimizando su estabilidad y rendimiento en una amplia gama de aplicaciones industriales y de automatización.
